Según la ONU, hasta un 90% de los residuos electrónicos se tiran ilegalmente, lo cual representa un riesgo medioambiental tremendo.
“Los residuos electrónicos son, a nivel global, el residuo peligroso con el que más se comercia en el planeta,” dijo Jim Puckett, el director ejecutivo de la Basel Action Network (BAN).
La Basel Action Network es una organización sin ánimo de lucro que trabaja para regular las exportaciones de residuos electrónicos desde sociedades industrializadas a países en desarrollo.
Algunos “recicladores” tirarán los residuos electrónicos en lugares en desarrollo de África y Asia, donde no cuentan con procesos de reciclaje apropiados. Los trabajadores se ven forzados a romper los aparatos y quitarles todos los metales preciosos. En algunos lugares se recupera el oro bañando los circuitos impresos en ácido hidroclorídrico.
Con pocas o ninguna regulación medioambiental, estos materiales nocivos se dejan por ahí, lo que perjudica a los trabajadores, al agua, el suelo y toda la comunidad circundante.